Valeria, Vilma, Mercy y el resto de sus compañeras sueñan con ser tratadas dignamente y que cese la violencia que sufren a diario. Son prostitutas centroamericanas, cobran 20 quetzales por servicio y trabajan en La Línea, junto a la vía del tren que atraviesa la ciudad de Guatemala. Para llamar la atención sobre sus problemas, sobre el acoso de la policía y los asesinatos impunes, forman un equipo de fútbol, entrenan durante semanas y se inscriben en un torneo local del que luego son expulsadas por su condición de prostitutas. La expulsión genera en el país una encendida controversia, rechazos y apoyos que transforman sus vidas de la noche a la mañana.
CHAPIN PURO
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